La nueva resaca

Pues obvio, si con cuatro días de fiesta, ¿Quién no muere? Pero ya nuevamente en casa, tomó una taza de té verde, dos Anacin, y se rió por todo lo que había pasado aquella noche previo encontrarse con un estúpido quién mataba personajes ficticios en los cuentos. Pensó: "Sin lugar a dudas es un imbécil", y después soltó una gran carcajada. Ahora había que dormir, pues empezaba una nueva semana, nuevos desafíos, y por cierto, con grandes recuerdos de aquel fin de semana.

(Alex Drams)