Ellas
En uno de aquellos días, Random tuvo la mala idea de conjurar a todas las mujeres de su vida, tanto las pasadas como las venideras. No imaginó que tendría que lidiar con voces añejas y augurios venideros. En su mente vió toda clase de mujeres sin ninguna similitud, excepto esa sensación animal que le producían, su deseo de poseerlas y sus ansías de escucharlas gemir en pequeñas muertes, continuas y potentes. Las mujeres eran el alimento de su motor interno y, a la vez, una gran fuente de culpas y miedos. Por ellas Random era Azar y gracias a ellas él veía el mundo con tonalidades propias y exclusivas. Ellas lo convirtieron en un personaje aleotorio, lo suficientemente preparado para satisfacerlas cada vez que buscaban a un hombre sin historia ni apellidos.
Prontamente, cerró aquella parte de su locura, pensando que desde allí sólo se seguiría perdiendo en las profundidasdes de sí mismo.
(Konsento)
Prontamente, cerró aquella parte de su locura, pensando que desde allí sólo se seguiría perdiendo en las profundidasdes de sí mismo.
(Konsento)
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