Te prometido
Random empezaba de nuevo una vez más. Terror y esperanza en su alma. Algo de tedio y resignación.
Después de un período bien llorado, volvió al juego. Aún tenía cartas, ambas manos y ánimo para seguir jugando. Acorralado como estaba, pensó que el tesoro prometido esperaba ansioso su llegada.
Comentarios
Publicar un comentario