La flaca

Luego de eso, aquella mujer bañó a un Random mudo. Lo limpió con cariño materno, cortó su pelo y con delicadeza borró su tupida barba. Después de vestirlo y alimentarlo, le señaló que volvería al día siguiente, prometiendo enseñarle a hablar.

A veces Random se pregunta si todo eso ocurrió en segundos o años.

Durante esos días, Random aprovechó la atemporalidad en la que funciona la mente para rellenar los vacíos de su pasado con lo que hoy sentía por Estelofeliana o quien quiera que sea.

(Saint Jarh)

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