La viga
Hacía tiempo que sentía ganas de buscar alguna solución alternativa. Entre sueños malditos y aspirinas sentía que no podía más...
Colgó el saco de arena en la viga y, a punta de golpes, empezó a eliminar el estrés. Cada gota de sudor le quitaba un pedazo del peso que sentía, cada sorbo de agua le devolvía un poco más de vida.
El sonido de unos pasos y el golpeteo en la puerta lo hicieron detenerse.
Claro que tiene que detenerse ante una cosa así, ahora, el qué de los pasos y el golpeteo en la puerta ¿permanecen como misterios insondables?
ResponderEliminarBienvenida Sole!
ResponderEliminarNo sabría decirte qué es lo correcto en este experimento, tan sólo que puedes obtener más pistas a medida que avanzas y/o retrocedes. Quizás puedas resolver algunos misterios ordenando el pasado y el futuro de cada relato.